La obesidad es una enfermedad compleja que cada día afecta a más personas. No es solo un problema de imagen corporal, es una condición médica que puede provocar una enfermedad grave si no se trata.
El hecho es que algunas personas están genéticamente predispuestas a esta condición, pero para otras, años de desnutrición y un estilo de vida sedentario pueden ser la causa de un aumento de peso excesivo.
¿Qué es la obesidad?
A menudo, las personas obesas pierden peso y lamentablemente lo recuperan después de unos años. Sin embargo, con la combinación adecuada de tratamientos, la pérdida de peso es posible para las personas obesas, y algunas de ellas han logrado perder peso y mantenerlo.
Causas y síntomas de la obesidad
La obesidad puede verse como una enfermedad estrechamente relacionada con la ingesta de alimentos y el ejercicio, aunque también puede ser causada por ciertas condiciones médicas. Estas son algunas de las principales causas de la obesidad:
Dieta
Comer alimentos que tienen una alta densidad de energía, como pan, pasta, productos horneados y comida rápida, puede conducir a la obesidad si se comen con frecuencia y durante un período prolongado.
Evitar alimentos saludables como frutas ricas en fibra, cereales integrales y verduras de hoja verde no solo puede causar estragos en su sistema digestivo, sino que también puede provocar un aumento de peso.
Estado de salud
Ciertas condiciones de salud pueden conducir al aumento de peso. Estas condiciones incluyen: síndrome de ovario poliquístico, síndrome de Prader-Willi, síndrome de Cushing, hipotiroidismo y osteoartritis.
Alimentación emocional
Comer emocional es comer en exceso en respuesta a emociones negativas como el estrés, el aburrimiento, la ira o la frustración. Alrededor del 30% de las personas con sobrepeso informan que tienen problemas para comer en exceso.
Genética
Se cree que alrededor de 400 genes contribuyen al sobrepeso o la obesidad.
Estos genes pueden influir en factores como el apetito, el metabolismo, los antojos de alimentos, la saciedad, la alimentación emocional y la distribución de la grasa corporal. La influencia genética puede variar de persona a persona y puede oscilar entre el 25% y el 80%.
Frecuencia de comidas
De hecho, la frecuencia con la que come afecta el aumento de peso. Las personas con sobrepeso tienden a comer con menos frecuencia que las personas con peso normal. Los estudios muestran que aquellos que comen comidas pequeñas cuatro o cinco veces al día tienen niveles de colesterol más bajos y niveles de azúcar en la sangre más estables que las personas que solo comen dos o tres veces al día.
Hábitos de sueño
La falta de sueño puede causar cambios hormonales en el cuerpo y afectar el hambre y el apetito. La falta de sueño durante un período prolongado puede afectar seriamente su metabolismo y prepararlo para el aumento de peso.
¿Cómo saber si eres obeso? Aquí hay algunos síntomas clave a tener en cuenta:
- Falta de aliento.
- Ronquidos o apnea del sueño
- Incapaz de realizar actividad física.
- Sudoración excesiva.
- Fatiga.
- Dolor en la espalda y las articulaciones.
- Desequilibrio hormonal (períodos irregulares, cambios de humor, etc.).
- Problemas de piel y cabello.
- Falta de confianza y baja autoestima.
- Sentimiento de soledad.
¿Cómo se diagnostica la obesidad?
Su médico puede diagnosticar la obesidad de varias maneras. Estas son algunas de las pruebas y exámenes de diagnóstico más comunes que pueden ayudar a identificar esta condición en una persona:
Examen físico
A través de un examen físico (controlando su frecuencia cardíaca, presión arterial y temperatura, así como controlando su corazón, pulmones y abdomen), su médico puede determinar si tiene sobrepeso u obesidad.
Cálculo del IMC
El marcador más grande que puede indicar la obesidad es el índice de masa corporal. Si su IMC es de 30 o más, puede estar seguro de que está lidiando con la obesidad.
Aunque el IMC es una de las formas más comunes de medir la obesidad, no siempre es exacto. El IMC no puede diferenciar entre la masa ósea, la masa muscular y la grasa corporal, por lo que es difícil saber exactamente si el exceso de grasa es un problema.
Medida de la cintura
La grasa visceral acumulada alrededor de la cintura se puede medir para determinar ciertos riesgos para la salud asociados con la obesidad y el sobrepeso.
Una circunferencia de cintura de más de 89 centímetros para una mujer y 100 centímetros para un hombre está por encima del tamaño normal y debe considerarse un factor de riesgo.
Análisis de sangre
Se pueden realizar algunos análisis de sangre para verificar los niveles de colesterol, la función hepática, la glucosa en ayunas y los niveles de tiroides. Los resultados de estas pruebas pueden ser útiles para determinar la obesidad.
Riesgos asociados con la obesidad
Desafortunadamente, la obesidad puede presentar muchos riesgos para la salud de una persona. Algunos de estos riesgos incluyen:
Diabetes tipo 2
La insulina es necesaria para reducir los niveles de azúcar en la sangre. La diabetes tipo 2 ocurre cuando sus células no pueden responder a la insulina. En las personas con diabetes tipo 2, se acumula demasiada glucosa y azúcar en el torrente sanguíneo. Esto puede causar complicaciones de salud e incluso reducir la capacidad del cuerpo para producir insulina.
Enfermedad del corazón
La enfermedad cardíaca es un término general que se refiere a muchos tipos diferentes de enfermedades cardíacas. Algunas de las otras afecciones incluyen arritmia (latidos cardíacos irregulares), aterosclerosis (endurecimiento de las arterias), cardiomiopatía (los músculos del corazón se endurecen o se debilitan), enfermedad cardíaca congénita (trastornos del corazón desde el nacimiento), enfermedad de las arterias coronarias (causada por la acumulación de placa en las arterias del corazón), infección del corazón (infección causada por bacterias o parásitos).
Presión arterial alta
También conocida como hipertensión. La presión arterial alta ocurre cuando la presión arterial es demasiado alta.
Tener sobrepeso puede aumentar la frecuencia cardíaca y reducir la capacidad del cuerpo para transportar sangre a través de los vasos, mientras que una mayor presión en las paredes de las arterias aumenta la presión arterial. Esto puede ser un precursor de un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Ciertos tipos de cáncer
La obesidad puede poner a una persona en riesgo de ciertos tipos de cáncer. Estos tipos incluyen meningiomas (cáncer en el tejido que cubre el cerebro y la médula espinal), tiroides, hígado, vesícula biliar, parte superior del estómago, páncreas, ovario y riñones. El cáncer de mama, el cáncer de colon y el cáncer de endometrio están particularmente asociados con la obesidad y deben controlarse si se considera que una persona es obesa.
Enfermedad del hígado graso
También conocida como esteatosis hepática. La enfermedad del hígado graso ocurre cuando la grasa se acumula en el hígado con el tiempo.
Demasiada grasa en el hígado puede causar inflamación, lo que puede provocar cicatrización (fibrosis hepática), lo que puede conducir a insuficiencia hepática.
Apnea del sueño
La apnea del sueño es una afección en la que la respiración se detiene varias veces durante la noche mientras se duerme. Las personas con apnea del sueño pueden sentirse cansadas durante el día y preguntarse por qué. Si no se trata, la apnea del sueño puede causar complicaciones como diabetes, enfermedades cardíacas y otras afecciones graves.
¿Cómo tratar la obesidad?
La obesidad es una condición compleja, y su tratamiento también puede ser difícil. Si bien el tratamiento no es imposible, a menudo se deben aplicar múltiples tratamientos al mismo tiempo para obtener el máximo éxito. Hay varias formas de tratar la obesidad. Estas son las mejores formas, según los médicos:
Modificación de la dieta
Uno de los primeros tratamientos consiste en comer. Comer menos calorías (500-1000 por día) puede ayudar a perder peso.
Comer alimentos bajos en grasas y calorías y ricos en nutrientes puede restaurar potencialmente un equilibrio saludable en su cuerpo. Sin embargo, es raro que una persona obesa pueda hacer frente con éxito a este tratamiento por sí sola. A menudo existe la tendencia de que después de la transición a una dieta baja en calorías, el peso se recupera después de aproximadamente 2 años.
Ejercicio
Incorpora el ejercicio a tu rutina diaria para bajar de peso. La actividad física diaria junto con los cambios de dieta correctos pueden incluso mejorar su metabolismo y ayudar a su cuerpo a controlar el peso más fácilmente. Cosas simples como subir escaleras en el trabajo, caminar mientras habla por teléfono pueden hacer una gran diferencia.
¿Cómo prevenir la obesidad?
Al final, comer bien y hacer suficiente ejercicio es la mejor manera de prevenir la obesidad. Aquí hay algunas maneras de prevenir esta condición:
Comer más grasas «buenas»
Evitar el aumento de peso no significa evitar por completo la grasa. Por el contrario, las grasas poliinsaturadas, como los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en el salmón y las nueces, en realidad pueden reducir los niveles de colesterol y el riesgo de obesidad.
Coma alimentos de bajo índice glucémico
Comer alimentos de bajo índice glucémico que no provoquen picos de azúcar en sangre, como frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre y mantener un peso corporal saludable.
Hacer ejercicio con regularidad
150 minutos de ejercicio aeróbico moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso cada semana son importantes para mantener un peso corporal saludable. Además del ejercicio aeróbico, un régimen de entrenamiento de resistencia ejercita los músculos y estimula el metabolismo para lograr una pérdida de peso saludable.
Reducir el estrés
El estrés puede conducir al desarrollo de patrones de alimentación poco saludables, como comer en exceso emocionalmente y comer en exceso en momentos irregulares. Cuando se sienta estresado, en lugar de buscar una hamburguesa, intente técnicas de reducción del estrés como la respiración profunda, el yoga o la socialización.
La obesidad se diferencia del simple sobrepeso en que tiene un mayor factor de riesgo para ciertas enfermedades, como la diabetes, las enfermedades del corazón y la enfermedad del hígado graso. La obesidad puede ser causada por una variedad de factores, que incluyen la genética, la dieta, la actividad física, los medicamentos y las condiciones médicas preexistentes. Los síntomas de la obesidad pueden incluir dificultad para respirar, sudoración excesiva y dudas.