La palabra margen, así como los términos «margen» y «marginalidad» derivados de ella, suenan bastante a menudo hoy en día. Al mismo tiempo, incluso aquellos que usan activamente estas palabras no siempre entienden su significado (por ejemplo, confunden margen con un marcado).
A veces surgen desacuerdos incluso entre empresas que han llegado a un acuerdo, ya que cada parte lo interpreta a su manera. Averigüemos qué margen es para continuar usando este término sin errores e inexactitudes.
¿Qué es el margen?
Para empezar, aclaremos que los términos «margen», «beneficio» y «margen» tienen un significado similar, pero significan cosas diferentes. Es importante distinguir entre ellos para no cometer errores al concluir contratos serios.
La principal diferencia con el recargo es que el valor porcentual del margen se calcula en relación con el costo total (final) de los bienes, y el recargo se calcula en relación con el costo original.
Marginal – una definición aplicable a los procesos y fenómenos asociados con el margen. Por ejemplo, el beneficio marginal es la diferencia entre los ingresos y los costes variables. En el campo del comercio de divisas y valores, se utiliza el término comercio de margen. Implica que el comerciante recibe un préstamo a corto plazo para realizar una transacción financiera, luego de lo cual devuelve el monto total y el margen al prestamista.
Fórmulas de margen y ejemplo de uso
Calcular estos valores es bastante sencillo. El margen de beneficio se calcula mediante la fórmula:
N = 100 * (precio – costo) / costo
Y el margen según la fórmula:
M = 100 * (precio – costo) / precio
En el negocio de comercio, el costo de los bienes se refiere al precio de su adquisición al proveedor. Después de analizar estas fórmulas, podemos concluir que el margen puede tener cualquier valor (por ejemplo, 300%). El margen no puede superar el 100% (el valor máximo posible a coste cero).
El significado de los términos «margen» y «margen» en el caso de un negocio comercial es casi el mismo, pero los significados son significativamente diferentes. Esto lleva al desacuerdo entre los socios. Las discrepancias podrían evitarse utilizando únicamente valores absolutos. Pero cuando se redactan contratos, este enfoque no es práctico y los porcentajes relativos son más convenientes.
Al mismo tiempo, «psicológicamente» para diferentes valores de margen, el indicador de margen no difiere tanto. Entonces, en el ejemplo anterior, con un margen del 100 %, el margen fue del 50 %. Si agrega 300% al costo de los bienes (el valor normal para algunos nichos), el margen será del 75%. Por lo tanto, es importante comprender con precisión la diferencia entre estos conceptos, ya que las consecuencias de un error pueden ser bastante significativas.
El beneficio, a diferencia del margen, tiene en cuenta todos los costes, incluidos los costes de publicidad, logística, almacenamiento, etc. Por lo tanto, la utilidad neta siempre es menor que el margen estimado.