Siempre ha sido no sólo un hecho histórico, sino también un escenario inundado de focos, sobre el que se representaba un espectáculo, lleno de tragedias personales, confrontación ideológica y confrontación nuclear. Este muro se puede caracterizar como una pérdida parcial de soberanía, que consistió en la desunión de los alemanes durante varios siglos. Los politólogos occidentales en sus discursos iniciales expresaron la idea de la imposibilidad de crear un muro, atribuyeron la idea de su creación a los comunistas.
Las agudas contradicciones entre Alemania Occidental y Oriental comenzaron a surgir después de 1948, cuando se llevó a cabo una reforma monetaria que abolió la moneda monetaria única. En respuesta a estas decisiones, se tomaron medidas restrictivas sobre la inmigración en Alemania Oriental.
Después de eso, los Estados Unidos de América decidieron entregar artículos esenciales a Berlín por vía aérea en su avión militar a través de Frankfurt am Main. Así, se abrió el «puente aéreo». Pronto esta idea fue apoyada por Gran Bretaña y Francia.
Rápidamente quedó claro que el bloqueo de Berlín era inútil y en la primavera de 1949 se levantó. Este período se puede caracterizar como una independencia ilusoria de los dos territorios. En Berlín, el sistema de comunicación funcionó como un solo transporte e infraestructura. Pero los puestos de control se introdujeron con sus propias prohibiciones y restricciones.
La situación se intensificó el 17 de junio de 1953, cuando olas de indignación de la población barrieron el territorio de la República Democrática Alemana. El movimiento de protesta estaba formado por la clase obrera y los funcionarios públicos. Fuentes modernas afirman que alrededor de 10 prisiones y más de 100 edificios del poder político fueron atacados durante las acciones. El número de manifestantes osciló entre 400.000 y 1.500.000.
La situación en Alemania empeoró en el verano de 1961, cuando hubo intentos masivos de los alemanes orientales de emigrar al oeste del país. La evidencia estadística sugiere que los profesionales jóvenes y calificados intentaron migrar y vieron abundancia en los mercados de Alemania Occidental en comparación con la escasez en Alemania Oriental. La RDA, en la que la educación superior y secundaria era gratuita, se vio privada regularmente de especialistas altamente calificados.
Los residentes de Berlín Oriental buscaban convertirse en médicos, ingenieros, constructores a expensas del presupuesto de la RDA, pero para conseguir un trabajo en Berlín Occidental, donde los salarios eran más altos. Las autoridades de la República Democrática Alemana acusaron a la República Federal de Alemania de sobornar deliberadamente a ciudadanos y tratar de crear disonancia en la economía de Alemania Oriental.
El 13 de agosto de 1961, el Consejo de Ministros de la RDA emitió la correspondiente resolución, ya la una de la madrugada, 25.000 personas comenzaron a construir un muro que se convirtió en símbolo de la libertad perdida y de la división de Alemania. La longitud de este muro era de 155 km, había torres de vigilancia con puestos de control. La muralla ha pasado por varias renovaciones. A los guardias fronterizos se les dio el derecho de abrir fuego en los cruces fronterizos ilegales. Este permiso fue obtenido por ellos en 1973.
A lo largo de la existencia del Muro de Berlín, se hicieron intentos de llevar a cabo una transición secreta de una región (Alemania Oriental) a otra (Alemania Occidental). Se registraron casos de cruce de fronteras incluso en la comunidad profesional de guardias fronterizos.
La situación se volvió crítica en la década de 1980, cuando se produjo un grave debilitamiento de las posiciones del campo socialista, comenzaron a producirse revoluciones de terciopelo. Ya en 1987, la Embajada de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en la República Democrática Alemana comenzó a informar al estado soviético sobre la inminente integración de los dos países.
En 1982, Helmut Kohl llegó al poder en Bonn, la capital de la República Federal de Alemania. Desempeñó un papel importante en la unificación de los dos países. Ha habido un aumento en las importaciones y exportaciones entre países. Como resultado de estos contactos, la economía de la República Democrática Alemana avanzó, ya que se cancelaron los derechos de aduana para las mercancías de Alemania Oriental (lo que supuso un ahorro de unos 8.000 millones de marcos alemanes), y se recibieron dividendos de la venta de grandes cantidades de productos agrícolas. Además, los bienes de la RDA estaban sujetos a impuestos preferenciales sobre las ganancias adicionales, lo que equivalía a una reducción de impuestos por volumen de negocios de alrededor del 10%.
El 9 de noviembre de 1989, Günther Schabowski pronunció un discurso durante el cual se levantaron las anteriores restricciones de entrada y salida del país. El Muro de Berlín cayó, quedando en las páginas de la historia. Cientos de miles de alemanes orientales, habiéndose familiarizado con esta decisión, fueron al muro, se regocijaron, ya que esperaban que una Alemania unida sería un estado desarrollado tanto en orden político como económico.
Así terminó uno de los eventos históricos más grandes, que predeterminaron en gran medida el curso ulterior del desarrollo de la situación en el continente europeo, afectando el destino de varios países y pueblos de Europa.